Brisa del mar, compañera de mis viajes a través de esa bella ciudad,
hablas con los arboles, también con el mar y me refrescas en mi solitario andar,
quien como tú para poder transitar, libre por esta vida dejando todo atrás,
una con el cielo, una con el mar, ahora una con mi alma, compañera de mi caminar.
Atte. El Noctámbulo más despierto.